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Cada día es más habitual encontrar en almacenes y fábricas distintos tipos de maquinaria para el transporte y la manipulación de cargas, incluyendo equipos que funcionan de manera automatizada. De hecho, la industria intralogística siempre ha ido a la cabeza con lo que respecta a la innovación y la implantación de maquinaria de conducción autónoma. Por eso ya desde hace años, hay muchas plantas que ya disponen de vehículos de guiado automatizado (AGV) y de robots móviles autónomos (AMR).

Los AGV pueden trabajar en operaciones mixtas, colaborando con equipos manuales o con personas, y también lo pueden hacer de manera individual y en almacenes totalmente automatizados, pudiendo realizar largos recorridos transportando cargas de más de 5 tonas. Tan solo hace falta programarlos (tiene que hacerlo una persona debidamente formada) para que lleven a cabo diferentes procesos de transporte eficientemente y de manera ininterrumpida.

Gracias a la navegación por láser o bien localizando ciertos puntos de referencia a lo largo del recorrido, como pueden ser imanes o balizas, estos vehículos se desplazan de manera autónoma siguiendo con precisión milimétrica unas rutas previamente designadas. Siguiendo las instrucciones específicas de cada configuración personalizada para las instalaciones en las que tiene que trabajar la máquina, esta puede completar las tareas de transporte de manera segura incluso a través de pasillos estrechos, haciendo cambios de cargas en cintas de transporte y moviéndose a distintos niveles o a través de puertas.

Por lo que respecta a los robots móviles autónomos (AMR), lo que hacen es navegar libremente dentro de un área definida evitando los obstáculos y orientándose, para transportar cargas de un punto a otro de la planta. Aunque en general pueden transportar un menor volumen de carga que los AGV, los robots autónomos se adaptan al entorno en tiempo real, conectándose al software de gestión de cada fábrica o almacén para saber a dónde ir en todo momento y cuál es la ruta más eficiente para hacerlo. De esta manera, pueden resultar hasta un 30% más productivos que otros tipos de maquinaria convencional y amortizar su precio de coste en menos de dos años.

Aprovechando así todos los beneficios de la industria 4.0, con los equipos automatizados y controlados por un software inteligente, el personal de fábrica se puede olvidar completamente de ciertas tareas que a menudo le resultan duras y repetitivas, para dedicarse a otras menos monótonas.

Como siempre, desde Grup Elevació ofrecemos un servicio integral para la implantación y gestión de equipos automatizados, escuchando las necesidades específicas de cada cliente y valorando las circunstancias y características de cada instalación.

De esta manera podemos ofrecer presupuestos a medida, que permitan recuperar la inversión en poco tiempo, y nos ocupamos de todo. Porqué lo importante no es tan solo optimizar los procesos de producción y reducir costes, si no también eliminar motivos de preocupación para el cliente.

Consúltenos sin ningún compromiso: comercial@grupelevacio.com o bien en el 938890376.